jueves, 31 de diciembre de 2015

CRUCES ROSAS EN CIUDAD JUAREZ

Ciudad Juárez, Estado mexicano de Chihuahua, 1993; una niña de 12 años llamada Gladis Fierro aparece muerta y violada, y a ella le siguen más mujeres, todas asesinadas, violadas, torturadas brutalmente, mutiladas. Todas son jóvenes, fueron secuestradas, y sometidas a una violencia física, sexual, moral que escarcha el alma. Son de origen humilde, trabajadoras y luego de ser asesinadas son abandonadas en descampados de esa ciudad de frontera, de borde, de límites violentados. A la fecha más de 700 mujeres han sido víctimas de estos crímenes cruentos e impunes, porque la autoridad mexicana da espaldas a éste feminicidio, la sociedad no reacciona e incluso mira sospechosamente a las víctimas, mujeres jóvenes y humildes.
En 2009 la Corte Interamericana de Derechos Humanos en la sentencia del caso conocido como “Campo Algodonero” condenó al Estado Mexicano por no garantizar la vida y seguridad de estas mujeres, lo condenó por no evitar la impunidad de estos crímenes, por discriminar a las víctimas y sus familias.
La mexicana Marcela Legarde ha impulsado el término feminicidio como la violencia contra la mujer por el solo hecho de serlo, cometida por hombres, destacando el papel central que la falta de acción del Estado tiene en la construcción de ésta violencia y que se integra a las relaciones de poder de género. Dice Lagarde: “Quise que no se confundiera con homicidio y se pensara que era la feminización de esa palabra; que fuera parecida y diferente para incluir los crímenes misóginos contra mujeres y, de manera central, la enorme tolerancia social y del Estado a la violencia contra las mujeres y las niñas, con las consecuencias de impunidad e injusticia”.
El acuerdo de Libre Comercio trajo a Ciudad Juarez el desarrollo de la industria maquiladora, empresas de capitales y dueños extranjeros que trabajan materiales importados sin arancelamiento, y que por supuesto van de la mano de trabajo precarizado, donde muchas mujeres jóvenes encuentran un salida laboral en estos emprendimientos. Estás mujeres trabajan, se mueven, se exponen en ese ámbito laboral y social, que pone una mirada sobre ellas y desata las relaciones de poder de género en un ámbito mexicano fuertemente misógino, patriarcal y machista que se duplica en estas trabajadoras y todo lo que representan. Si a ésta situación en sí misma aberrante la agregamos la presencia de narcotráfico y crimen organizado ya naturalizado en la región, la violencia de género impera con impunidad e indiferencia. Dice Luisa García, líder de la ONG Nuestras hijas de regreso: “Parece que nos hubiéramos acostumbrado a perder a nuestras niñas y que eso fuera lo normal”, es que el feminicidio cuenta con poderosos aliados, la indiferencia social, la inactividad estatal, la naturalización de las muertes.
Los cuerpos de estas mujeres, desde hace mas de 20 años, aparecen ininterrumpidamente siempre en descampados, expuestos a la intemperie, casi como gritando, ya muertas, el desamparo estatal en el que vivieron. Pero además sus cuerpos revelan una pavorosa tortura y mutilación, explicando Rita Segato que el cuerpo femenino es territorio de poder, un territorio propio de autonomía e identidad sobre el que se lucha por dominio y liberación, esa violencia es expresiva de una relación de poder, de dominio territorial que se quiere imponer. Segato lo vincula a una pedagogía de la crueldad que atraviesa nuestra sociedad.
Debemos entender la ignominia de Ciudad Juarez porque esa misma brutalidad la encontramos cuando el magnate devenido candidato Donald Trump ataca a Hillary Clinton. Trump utilizó una expresión vinculada a una penetración sexual que es sin dudas un ataque sexual al cuerpo femenino, cuerpo sobre el que planta batalla de dominio y poder. Y que también se expresan en cuerpos femeninos quemados con fuego, mutilados con ácido, con cicatrices imborrables. Pero también debemos empezar a develar esas batallas libradas en nuestra televisión, en el cine, en las escuelas, en nuestros trabajos y familias, en amistades y clubes.
Imposible agotar el tema, las distintas miradas, posiciones políticas, filosóficas, los matices que hasta el propio feminismo tiene, e incluso el potente lenguaje que nos habita, pero al menos brevemente abrimos el corazón y la voluntad a ésta batalla ineludible. ¿Puede un varón entender totalmente el dramatismo de la situación? No lo se, pero ésta lucha no puede sernos ajena, no debe serlo ni desde la emoción ni desde la voluntad de hacer.  

Cruces Rosas que en Ciudad Juárez representan a esas jóvenes y sus familias, que se expanden y resuenan en el resto del mundo, en nuestra Argentina, y que debemos ver y escuchar, para entender y actuar.

miércoles, 16 de diciembre de 2015

SER ZOMBI

La idea de un cuerpo muerto que de alguna manera recupera ciertas funciones biológicas que incluyen básicamente capacidades físicas restringidas pone en juego la cuestión de la lucha contra la muerte. Con origen africano, se suele ubicar en Haití la creencia que cuenta que ciertas personas podían transformarse en esclavos luego de que se les suministrara un narcótico que anulara su personalidad para ser transformados en esclavos, el procedimiento incluía un ritual vudú por el cual la persona era tomada por muerta y sepultada para luego ser utilizada como mano de obra esclava, por ejemplo en plantaciones.
El esterotipo zombi, es decir, el muerto que se levanta de su tumba tambaleante con un apetito feroz de carne humana se fue delineando especialmente en la cultura popular del cine, televisión, comics y literatura. "La noche de los muertos vivientes" (1968) del director George Romero suele ser considerada la madre del sub-género de terror de los zombis, y sobre la cuel se apoyan las distintas caracterizaciones del universo zombi.

Por qué nos seducen las historias de zombis ? Qué nos propone el universo zombi

El dualismo cuerpo - alma? nos muestra cómo somos sin alma? Los zombis "resucitan", vuelven a caminar entre nosotros, pero algo anda mal, su vuelta los muestras desarticulados, sin habla, con la mirada perdida, y definitivamente carente de toda personalidad; a pesar de que los familiares reconocen sus cuerpos, lejos están de ser los seres queridos que eran. Es que no se trata de una vuelta a la vida de la persona sino tan solo de su aspecto biológico, será que eso que "les falta" es el espíritu? su alma? qué es un cuerpo sin alma sino éstas versiones terroríficas de seres perdidos y pérfidos? 

Es representación del hombre alienado? Los zombis solo responden a un estímulo que es comer carne humana, el resto no los conmueve, permanecen adormecidos y su nueva existencia monocromática solo tiende a la satisfacción de ese único deseo gastronómico. Pero además hay una uniformidad en el sentido que es muy difícil reconocer unos de otros puesto que sus ropas harapientas, carnes putrefactas y desgarradas los hacen a todos iguales. Será que nos muestra al hombre actual que reduce su existencia a tan solo perseguir la satisfacción de ciertos apetitos, claramente materiales. Son los zombis la representación de un ser humano reducido a la satisfacción de solo algunos deseos como el dinero, el poder, el sexo, la vanidad, el entretenimiento. Un hombre volcado a la satisfacción monopólica de un deseo material reduce su humanidad a la de un zombi?

Representa la idea de la irracionalidad como un horror? Con el zombi no se habla, no se entabla relación, su capacidad racional parece anulada. Representan ellos el aspecto irracional al que tanto tememos? Son los zombis seres humanos sin razón, y tales personas son monstruosas por haber perdido esa característica tan apreciada a tal punto de definir al hombre como animal racional? El zombi en muchos estereotipos es presentado como deseoso de comer cerebros humanos, por lo que podemos pensar que es la intención de aniquilar nuestra propia racionalidad representada en el cerebro. Son los zombis la eterna lucha entre deseo y razón? Cuando no razonamos y nos dejamos guiar por nuestros deseos nos transformamos en zombis deseosos de satisfacción?

Representa lo que no entendemos? Nadie sabe por qué se han transformado en zombis, la propia explicación vudú nos parece inentendible racionalmente y si se trata de una enfermedad queda claro que nadie la conocía ni la sabe tratar. Ahora bien cuando no entendemos algo cómo nos enfrentamos a ello, cual es el tratamiento adecuado, liquidarlos? Hay posibilidad de triunfo sobre los zombis (irracionalidad) o los zombis, cual equipo de galácticos, tiene ganada una batalla que solo podemos demorar huyendo? Hay que huir de la irracionalidad ? 

Siente un zombi? Los zombis parecen no percibir sensaciones y sentimientos, ni el dolor, frío calor parecen alterarlos, se puede no sentir dolor físico o dolor afectivo? Debemos resistir o es mejor el suicidio? representa el mundo zombi el absurdo de la existencia?

Representan los zombis a los distitnos grupos humanos que consideramos "los otros", aquellos que por ser distintos tememos, odiamos, nos causan repulsión y finalmente decidimos combatir y exterminar? Son representación de los leprosos, homosexuales, inmigrantes, refugiados, judíos, musulmanes, sidosos, mujeres independientes, enfermos mentales, etc?

La fascinación no es casual, hay algo que nos inquieta y que representan los zombis, a pensar qué es .

sábado, 5 de diciembre de 2015

SOBRE CAMBIO CLIMÁTICO, MODELOS Y DISCRIMINACIONES


En diciembre de 2015 París será la sede de la Conferencia sobre Cambio Climático que organiza la ONU, y que tiene como objetivo primordial llegar a un acuerdo sobre la emisión de gases que intervienen en la producción del llamado “efecto invernadero” que importa una elevación de la temperatura del planeta. El Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC en inglés) ha alertado seriamente acerca de las consecuencias climáticas que implican una elevación de la temperatura en 2 grados. Los modelos de cambio climático y sus consecuencias son muchos, algunos alarmantes, la cuestión es cómo entenderlos, reconocer qué grado de certeza tienen.
En nuestra ciudad el profesor Hugo Lanas es un docente de Física con dedicación a la Didáctica de esa disciplina y advierte al respecto que debemos ser prudentes en su consideración porque hacer pronósticos sobre el desarrollo de sistemas tan complejos (como lo son el sistema Sol-Tierra incluidos los eventos atmosféricos) es muy difícil, y atribuir las causas del cambio climático solo a las actividades del hombre (tal como indica el IPCC mencionado o la Convención Marco de ONU sobre Cambio Climático) puede no ser comprobable con certeza; existen modificaciones climáticas que responden a la radiación solar o al complejo sistema atmosférico terrestre. Tanto el Sol como la atmósfera terrestre son sistemas altamente complejos, dinámicos y caóticos, de los cuales aún no se tienen registros confiables y sistemáticos y tampoco se los comprende satisfactoriamente. Esto genera un serio problema para el estudio científico del clima terrestre: la imposibilidad de concluir que el calentamiento global es definitivamente producido por un aumento en el efecto invernadero a partir de la actividad humana (Era Industrial) y no un ciclo más, de largo período, en la evolución del clima espacial cuya causa última, aunque no la única, sería la actividad solar.
Hugo nos recuerda al Dr. Néstor Camino quien indica que quizás debamos comenzar a vivir conscientes de que nunca podremos predecir algunos fenómenos más allá de un gran rango de incerteza, debido ya no a la ciencia sino a la inherente naturaleza caótica de sistemas naturales como la atmósfera terrestre y el Sol.
La investigación espacial permite que contemos con satélites artificiales estudiando otros sistemas atmosféricos en otros planetas, por ejemplo en Marte y Venus y en un satélite natural de Saturno llamado Titán. Cualquier cambio que se produzca en el clima de esos sistemas no se habrá debido a la presencia humana y sus actividades.
Por otra parte, a lo largo de la historia del Planeta (que tiene unos 4500 millones de años), el clima ha sufrido cambios continuos, debido a diversos factores que no implican, exclusivamente, la concentración elevada de los gases de efecto invernadero (GEI) en la atmosfera. Ha atravesado diversos periodos de glaciaciones donde la Tierra se vio envuelta en extensos mantos de hielo, o bien desprovista de este, lo que produjo alteraciones cíclicas en los ecosistemas. Al decir de Barros (2006):
El clima no glacial prevaleció entre 100 y 50 millones de años atras, y desde entonces hasta hace alrededor de 3 millones de años, se sucedieron varios periodos de calentamiento y enfriamiento. Estos cambios parecen haber sido determinados por la deriva de los continentes, que modifico la distribución de tierra y agua, los ascensos de cordilleras y macizos montañosos, los cambios en la concentración de dióxido de carbono y el transporte de calor por el oceano. (p.68)
Por todo esto no podemos, a la luz de los datos que se han obtenido, saber en qué período de cambio (en las características de la radiación solar, de la atmósfera terrestre y de la presencia de los GEI) no encontramos. Pero…

Lo cierto es que estamos enfrentando un cambio climático y éste no repercute de igual manera sobre la humanidad sino que afecta especialmente a las poblaciones pobres de nuestro planeta quienes tienen muchísimos menos recursos para enfrentar las consecuencias desastrosas de eventos climáticos extremos. La desertificación de enormes cantidades áreas cultivables en África deja sin su único sustento alimentario a poblaciones enteras. Las lluvias e inundaciones dejan sin vivienda a miles de personas que deban dejar las tierras donde siempre han vivido para trasladarse a nuevos, extraños y precarios asentamientos; además estas inundaciones vienen acompañadas de enfermedades que golpean a los más vulnerables que no cuentan con los recursos necesarios para atenderse. Desmond Tutu (Arzobispo Anglicano,  sudafricano premio Noble de la Paz 1984) ha advertido de una suerte de “apartheid climático” en el que los pobres son condenados a sufrir las consecuencias de estos cambios climáticos mientras que los sectores pudientes cuentan con recursos económicos como viviendas, alimentos, calefacción, vestimenta, obras hidráulicas, etc. para afrontarlos. Bernardo Kliksberg (siempre dentro del paradigma que atribuye al cambio climático un 98 % de responsabilidad en la actividad humana) advierte que el gran problema es que los centros de decisión del poder no sufren directamente las consecuencias de los eventos climáticos extremos y en todo caso prefieren mantener una estructura productiva de la que se benefician enormemente y que es la gran responsable del cambio climático. Requiere un cambio del paradigma energético y productivo que evite cambios climáticos que consideran sumamente peligrosos e irreversibles desde su óptica.
El Papa Francisco es autor de la Encíclica “Alabado seas” en la que trata lúcidamente la cuestión medioambiental reclamando una ecología integral que contemple las dimensiones humanas y sociales que se ponen en juego para comprender la raíz humana que integra el problema ecológico e invitando a un diálogo que transparente las políticas públicas que se necesita implementar.
Más allá de lo complejo del tema hay decisiones que debemos tomar: utilización de energías limpias, restricción a las emanaciones contaminantes, protección de los bosques tropicales, agricultura inteligente, sanción a contaminantes, la responsabilidad de los países desarrollados en su sistema productivo y sus obligaciones de protección a los respecto de los países en desarrollo, por ejemplo en financiación de obras, sanidad, nutrición, etc. La Conferencia de París tratará de arribar a un acuerdo al que se oponen fuertes intereses económicos. En juego está, quizás,  nuestra casa común.




sábado, 26 de septiembre de 2015

El "DOBLE ESTÁNDAR BRITÁNICO EN EL CASO DIEGO GARCÍA

La primera vez que leí la palabra “atolón” me resultó extraña y fascinante pero también inquietante ya  que se trataba de una nota sobre las pruebas nucleares en Mururoa, otra palabra que me resultaba exótica, y mi mente infantil vagaba entre misteriosas islas perdidas y la fascinante energía nuclear. Un atolón es una isla de origen coralino en forma anular y precisan aguas cálidas en las que pueda dasarrollarse la estructura viva de coral; se encuentran mayormente en los océanos Pacífico e Índico. En éste último se ubica la estructura de atolones más extensa, el archipiélago de Chagos, cuya isla principal es el Atolón “Diego García”.



Diego García de Moguer fue un navegante español que formó parte de la expedición de Magallanes y Elcano cuando realizaron la proeza de dar la vuelta al mundo y participó activamente en las expediciones en nuestro territorio, su espíritu inquieto lo llevó a remontar el Río Paraná e incluso explorar el Río Pilcomayo. No está claro si fue el primero o no, pero lo cierto que al mando de una expedición portuguesa 1544 llega al archipiélago Chagos y su nombre quedó asociado a la isla principal. Los portugueses fueron los soberanos hasta el siglo xxviii, momento en el que pasaron a dominio francés que reclamó la zona como perteneciente a su territorio colonial y la ocuparon con esclavos africanos que trabajaron en plantaciones de coco. La isla era alternativamente habitada y abandonada pero al finalizar el ciclo de las guerras napoleónicas con la caída de Bonaparte los británicos se quedaron con ellas gracias al Tratado de París de 1814. El incremento de la navegación dotó a las islas de una cierta importancia como punto de reabastecimiento de carbón para los buques ingleses, y aquí la historia vuelve a conectar a Diego García con nuestro país, solo que no ya por el navegante, sino por la isla.
Los ingleses cambiaron el estatus jurídico de las islas de “colonia” a “Territorio Marítimo de Ultramar”, situación co
mpartida por las Islas Malvinas. Por supuesto que tal estatus no oculta ni disfraza el carácter de colonial de su posesión y como tal debería ser incluido dentro de los casos a tratar por Comité de Descolonización de Naciones Unidas, tal como los casos de las Islas Malvinas o Gibraltar, como ejemplo.
Ahora bien, el “caso Diego García” nos muestra claramente con qué impunidad, hipocresía y doble estándar se maneja Gran Bretaña en la política internacional. En la disputa por la soberanía de las Islas Malvinas claman por un supuesto reconocimiento al derecho de autodeterminación de los pueblos, claro que se trata de una población implantada y no originaria, los kelpers, a quienes dicen “se debe escuchar y respetar”. Insisto, éste derecho es reconocido a los pueblos que originariamente viven en dicho lugar y no es el caso de los kelpers por lo que estos habitantes no gozan de tal derecho.
Ahora bien, veamos la situación en Diego García. En 1966 los británicos arrendaron la isla a los Estado Unidos que puso como condición que la isla fuera entregada “libre de población local”, es decir, que se expulsara a sus habitantes originarios, aproximadamente 2000 personas; documentos desclasificados muestran que los norteamericanos utilizaron la eufemística expresión “saneadas”, las islas deberían ser “saneadas” antes de la entrega. A partir de ese momento se se reclasificó a sus isleños como residentes temporarios y se empezó a negar el reingreso a los habitantes que habiendo salido deseaban volver a sus casas en las islas, y luego directamente fueron sistemáticamente expulsados y reubicados en Mauricio y las Seychelles. Los “chagositanos”, gentilicio de los habitantes originarios de las islas,  reclaman desde ese momento su derecho a volver a su territorio y por supuesto, el derecho de auto determinación de los pueblos que en éste caso sí  evidentemente procedente. Si en el caso de las Malvinas los ingleses invocan (mal) el derecho de autodeterminación de los puebles uno pensaría que coherentemente deberían aceptarlo en el caso Diego García, pero la respuesta es que no. En un claro ejemplo de doble estándar, lo que invocan como derecho lo niegan cuando tal derecho es invocado por otros.  En el año 2000 la Justicia británica reconoció como ilegal la expulsión de los habitantes, pero en 2003  a instancias del premier Tony Blair se revirtió la decisión. En 2006 otro pronunciamiento al respecto reconoció el derecho de los isleños a regresar como una de las más fundamentales libertades reconocidas a los seres humanos. Pero nada cambió. La comunidad internacional ni atiende el reclamo de los isleños chagositanos, quienes permanecen silenciados por la potencia colonial, e invisibles ante la comunidad internacional.
Pero el oprobio no termina aquí. Estados Unidos ha arrendado la isla para instalar una base naval, es decir, para militarizarla como punto estratégico en el Índico. Desde dicha base salieron misiones aéreas para las operaciones militares en Irak y Afganistán. Además se ha denunciado que son también utilizadas para alojar a prisioneros vinculados a la lucha contra el terrorismo, transformando a Diego García en una suerte de Guantánamo más oculto, sin control y violatorio de las leyes internacionales y de los derechos humanos. La ONG inglesa “Reprieve” ha denunciado el hecho reclamando que los norteamericanos utilizan territorio británico para sostener prisiones ilegales en las que la CIA tortura prisioneros.
El arrendamiento norteamericano termina en 2016, oportunidad única para desinstalar dicha base, devolver a los chagositanos su isla, y dejar que decidan si quieren ser libres e independientes, algo que ya adelantaron. Por supuesto, las negociaciones para renovar el arrendamiento se encuentran avanzadas, ante el silencio de Naciones Unidas.





sábado, 12 de septiembre de 2015

DUERME

Hay una diferencia importante entre los términos “migrantes” y “refugiados”, mientras los primeros dejan su país en busca de una mejora en la calidad de vida, los segundos huyen de su país por el miedo a los conflictos armados y persecuciones que sufren, huyen para salvar la vida de su familia y volver no es una opción. El Derecho Internacional asiste a los refugiados con el derecho de asilo, y no puede impedírseles el ingreso o deportarlos para que regresen al país en el que su vida o libertad está en grave y seguro peligro. Sin embargo todas las campañas políticas europeas muestran a los candidatos vociferando que impedirán el ingreso de los refugiados que son estigmatizados como la razón de los males económicos de su país. Se construyen muros, se arman patrullas de control, se levantan campamentos de emergencia de condiciones indignas para que estas personas no se muevan y puedan ser devueltas. Cada año el flujo de familias que intenta salvar la vida tratando de ingresar a Europa aumenta. El mediterráneo los encuentra a bordo de embarcaciones atestadas que cuando naufragan producen un desastre en pérdidas de vidas. Hasta la paradigmática muerte del pequeño Aylan nadie, solo unos pocos, en la Unión Europea estaba dispuesto a mover un dedo por ellos, salvo para deportarlos. La vieja y guerrera Europa, la Europa de las luces, la Europa que migró hacia América cuando lo necesitó, la que se expandió bajo la potencia del colonialismo, civilizada y cruel, se molesta con los refugiados que llegan, y sobre los que, digámoslo, tiene responsabilidad.
El gran caudal de los refugiados que hoy intenta llegar a Europa para salvar su vida proviene de tres países, Afganistán, Libia y Siria. Afganistán está en guerra desde hace más de 30 años, allí combatieron los rusos, allí Estados Unidos mandó a sus asesores para entrenar combatientes que luego formaron Al Qaeda, allí los Talibanes se quedaron con las ruinas que dejaron los ejércitos rusos, los milicianos armados por occidente y finalmente la coalición al mando de Bush. En Siria la guerra se desató con la primavera Árabe, con Estados Unidos armando y asesorando a quienes querían destituir al gobierno de Damasco de Bashar al- Assad, allí surgió el Califato de Isis, el Estado Islámico, que se quedó con todo el material bélico que occidente envió y lo utilizaron para profundizar una guerra civil feroz. En Libia también llegó la primavera Árabe y Francia propició operaciones aéreas de “protección” y bajo éste eufemismo derrocaron a Gadafi tan solo para asegurar el petróleo libio dejando al resto del país en estado de guerra civil de base tribal desde ese momento. En los tres países las operaciones militares encabezadas por EEUU, Rusia y Europa dejaron una nación en guerra civil y obligaron a millones de personas a huir desesperadas. Sobre esas personas se discute si se las ayuda o no. Indignante.
La llamada “crisis del mediterráneo” se refiere al flujo de refugiados que intenta llegar a Europa cruzando dicho mar, en el primer semestre de 2015 fueron, según estimaciones de la Agencia de Naciones Unidas para Refugiados, 137.000 personas. Solo en abril a raíz de los hundimientos murieron 1038 personas y a lo largo del primer semestre sería arriba de 1800 personas. A ésta altura del año las estimaciones nos hablan de 225.000 personas refugiadas llegadas a Europa, estas cifras no nos hablan de su sufrimiento, desarraigo, pérdida de salud y educación, no nos hablan de las familias desmembradas, las amistades perdidas, la cultura postergada,  no nos hablan de los que quedaron a merced de los “Señores de la Guerra”, muriendo y sufriendo bajo las armas, la tortura, el hambre, las enfermedades, la pérdida de toda infraestructura.
En Siria han huido 4 millones de personas a países vecinos y 8 millones se han desplazado en el interior de su país, los muertos se cuentan en 250.000 personas. En Libia se calculan 30.000 muertos y 200.000 desplazados, en Afganistán se calculan 150.000 muertes desde 2001. La miseria y el sufrimiento no parecen contarse, es que se trata de gente que solo “cuenta” a la hora de sus muertes.
La situación de los refugiados que llegan es caótica, sin dinero, alimentos, techo, documentos de ingreso, con problemas de idioma, quedan a la merced de la policía y agentes de fronteras que los persiguen como si de delincuentes se tratara. La ayuda ha comenzado espontáneamente encabezada por la gente que se compadece, mientras Ángela Merkel “reparte cuotas de recepción” entre los países y se digna a abrir sus fronteras a trenes y vehículos.
Para muchos la foto de ese niño en la playa es un golpe al corazón, otros ven en ella solo morbo, cada uno sabrá que le produce, pero debería al menos azotar a los gobiernos europeos para que despierten a un desastre humanitario a resolver. Hay muchos otros refugiados en peligro en América y Oceanía, también deberíamos hablar de ellos y no esperar otra imagen desgarradora.
Duerme. La marea lo acaricia en un vaivén que acuna y puedo imaginar, sentir el arrullo del mar; deseo fervientemente que despierte y el corazón se me estruja sabiendo que no podrá ser, que se ha llevado sus risas y sueños. Y quedamos nosotros, en un mundo que permite esta ignominia y que quizás solo se escandalice hasta la próxima noticia. 



viernes, 24 de julio de 2015

LO QUE EL HOMBRE HACE AL HOMBRE

                   En 1921 el filósofo Walter Benjamin compró un cuadro al artista suizo Paul Klee y vio en “Angelus Novus” (tal el título de la obra) al ángel de la historia, que contempla un pasado sembrado por los escombros de la tragedia. Benjamin piensa la historia como una catástrofe única que amontona escombros sobre escombros. Sin embargo el siglo XX nos mostró que lo que el hombre hace al hombre no solo afecta vidas, sino que puede llevar al aniquilamiento de lo “Humano”, Myriam Renault d´Allones nos habla del infierno antes y no después de la muerte.
           Los genocidios nos colocan en esa situación y por eso quizás persistan sus negaciones. La obligación es acabar con esa conspiración de silencio.
             En julio de 1995, hace 20 años, miles de bosnios musulmanes buscaban salvar la vida en una de las áreas seguras de Naciones Unidas en Bosnia-Herzegovina, ese lugar era Srebrenica, un enclave bosnio-musulmán en una zona serbo-bosnia, la República de Srpska, que es parte de la hoy Federación Bosnia-Herzegovina. La Guerra de los Balcanes presentaba atrocidades conocidas como campos de concentración, limpiezas étnicas, ejecuciones, violaciones y torturas masivas.
            El ejército pro serbio de Srpska, al mando del general Ratko Mladic procedió a sitiar y ocupar la ciudad de Srebrenica, cuya población de 30.000 habitantes había crecido a más de 60.000 dado el flujo de refugiados que llegaban buscando seguridad y que se encontraron sitiados en una trampa mortal. Junto a Mladic llegó un feroz grupo paramilitar conocido como “los escorpiones”, que ejecutaban tareas de asesinato. Los pocos cascos azules y tropas bosnias de Srebrenica no fueron ni siquiera una mínima oposición para las tropas del “carnicero de Srebrenica”, título con que se conocería a Mladic.
            Con la ciudad ocupada, se realizaron los preparativos de la masacre; primero se dividió a la población en mujeres, ancianos, niños y hombres, considerando como tales a todos los varones mayores de 11 años. Gran parte de las mujeres fueron violadas torturadas y muchas asesinadas; para todos los hombres aguardaba la ejecución, por lo que fueron trasladados a escuelas, fábricas y bosques fuera de la ciu
dad donde sistemáticamente fueron torturados y asesinados. En pocos días, entre el 12 y el 19 de julio de 1995 el operativo genocida de Mladic, cobró la vida de mujeres, niños, jóvenes y adultos varones bosnios-musulmanes en un número superior a 8.000 personas.        
            Se ha llamado limpieza étnica a éste proceder pero éste término puede ser utilizado como enmascaramiento de la verdad, puesto que aun hoy se niegan los asesinatos sistemáticos excusando que la limpieza étnica consistió en “trasladar” a la población. Los testigos y las fosas comunes ponen la verdad en una palabra que muchos niegan; esa palabra es genocidio.
            El sociólogo argentino Daniel Feierstein distingue en genocidio un concepto jurídico de uno sociológico, aclarando en principio que se trata de un aniquilamiento sistemático de parte de la población como tal. El concepto encuentra una definición jurídica en la Convención para la Prevención y Sanción del Delito de Genocidio como la matanza de miembros del grupo, la lesión grave a la integridad física o mental de los miembros del grupo, el sometimiento intencional del grupo a condiciones de existencia que hayan de acarrear su destrucción física, total o parcial, medidas destinadas a impedir nacimientos en el seno del grupo, el traslado por la fuerza de niños del grupo a otro grupo; tales actos son perpetrados con la intención de destruir total o parcialmente a un grupo nacional, étnico, racial o religioso. Quedó fuera de la enumeración la eliminación de los grupos políticos, por la razón de que muchos países se sabían comprometidos con ésta situación. La tipificación debe ser revisada.
            Feierstein agrega la noción de genocidio sociológico, como la eliminación no solo física del grupo en cuestión sino también de las fuerzas sociales que dicho grupo había construido. Tan importante como la desaparición física del grupo.
            La guerra terminó con un saldo aterrador de muertos y violaciones de los derechos humanos. Llegaría la hora de las responsabilidades. Mladic fue imputado por el Tribunal Penal Internacional para la Ex Yugoslavia por el delito de genocidio, pero permaneció prófugo hasta su detención en 2011. En 2012 se inició su proceso penal internacional. Aun hoy en Serbia y República Srpska muchos consideran al carnicero de Srebrenica un “héroe”.
            El genocidio es el infierno antes de la muerte, es lo inimaginable, es poner al hombre fuera de la humanidad, es quebrar la idea misma de humanidad, sin embargo, estas aberraciones son negadas, justificadas, enmascaradas. Se ha negado el holocausto judío, se sigue negando el genocidio armenio, y nuestra obligación es estudiar lo que ha pasado, condenarlo y difundir, debatir los genocidios, sean en Ruanda, Armenia, Polonia, España o Argentina. Solo eso nos devuelve a la humanidad. Solo eso puede evitar lo que a veces el hombre hace al hombre.




sábado, 30 de mayo de 2015

MAR ADENTRO

La Corte Internacional de Justicia es el máximo órgano jurisdiccional de Naciones Unidas, principalmente entiende litigios entre estados, por ejemplo, conflictos fronterizos.
Durante la primera semana de mayo de 2015 se escucharán escucharán las alegaciones de las representaciones de Chile y Bolivia. Los Chilenos intentan que el caso presentado por Bolivia no sea examinado por el Tribunal. Es que Bolivia solicitó en 2013 a la Corte que se ordene al Gobierno de Chile a sentarse a la mesa de negociaciones a fin de cumplir con distintas promesas hechas por sus gobiernos de dar a los bolivianos una solución a la reclamada salida al Océano Pacífico, algo que el presidente Evo Morales califica como “derecho expectaticio”, es decir, la satisfacción de una expectativa creada desde Santiago.
La pérdida boliviana de 400 km de litoral sobre el Pacífico se origina en la “Guerra del Guano y el Salitre” o “Guerra del Pacífico”, que se libró entre 1879 y 1883. Los beligerantes fueron Chile por un lado, Bolivia y Perú por el otro y se inició cuando, a raíz de la suba de unos impuestos decretada por los bolivianos que violaba según Chile un tratado de 1874 entre ambos. El ejército chileno irrumpió en la zona de Atacama boliviano, y ante la declaración de guerra se sumó Perú, alegando un pacto secreto de asistencia con Bolivia.
Producto de las acciones armadas los chilenos que llegaron hasta la mismísima Lima, se quedaron con la provincia boliviana de Antofagasta; y con la provincia peruana de Tarapacá. .
Estas acciones militares tuvieron una consecuencia directa en Argentina ya que peruanos y bolivianos esperaban que Buenos Aires se involucrara en la guerra en su favor y los chilenos, sabiendo que ésta era una posibilidad concreta, apresuraron a su diplomacia para que cierre un pacto con Roca, que es el origen del Tratado de 1881 que fija los límites entre ambos países a lo largo de toda la Cordillera de los Andes, el estrecho de Magallanes y el célebre canal Beagle.
Argentina no participaría de la Guerra del Pacífico, y a cambio obtuvo sin más el reconocimiento chileno a favor de Argentina sobre toda la Patagonia. Recordemos que pocos años antes el propio Roca había avanzado sobre los pueblos originarios con el Ejército llevando adelante la hoy polémica “Campaña del Desierto”. En Chile el Tratado no sentó bien, y solo se soportó porque la intervención de Argentina a favor de sus rivales hubiera puesto a los chilenos en una situación delicada. Para Argentina supuso una brillante movida estratégica que consolidó el territorio sur.
En 1904 se firmó un tratado que fijó los límites entre Chile y Bolivia con el incremento territorial que los chilenos obtuvieron por las armas. Y éste es el argumento de Chile, hay un tratado que fijó límites de manera contundente, y orden internacional requiere estabilidad de fronteras.
Los bolivianos reconocen el tratado, pero invocan un “derecho de expectativa” generado  por numerosos encuentros de mandatarios de ambos países en los que los pares chilenos manifestaron

 que darían a Bolivia una salida al mar y arguyen, que ésta expectativa generó el derecho a su satisfacción. Chile alegará, ésta semana, que el “derecho expectaticio” no existe, que hay un tratado vigente anterior a la constitución de la CIJ y que por tanto no es competente y el caso debe ser desestimado.
Para el gobierno de Evo la cuestión se ha transformado en una “patriada nacional”, el estudio del caso es obligatorio en las escuelas y un himno dedicado a la zona perdida se canta en los actos oficiales.
La demanda pide que Santiago se siente a negociar la salida boliviana ,al mar, y la primera batalla legal está en desarrollo pero lo cierto es que los bolivianos tendrán que luchar mucho por ver satisfecho éste viejo anhelo.
Javier Barden encarna a Ramón Sampedro en la aclamada película “Mar adentro” del director Alejandro Amenábar, y en una de sus frases nos dice: “Mar adentro, mar adentro. Y en la ingravidez del fondo, donde se cumplen los sueños, se unen tantas voluntades para cumplir un deseo.” Un deseo boliviano.

sábado, 10 de enero de 2015

ATENTADO A CHARLIE HEBDO, UN ANÁLISIS.


Venganza. Violencia. Fanatismo. Parece fácil condenar el atentado a la sede del semanario francés Charlie Hebdo, pero tan solo cuando escuchamos un poquito otras voces, la realidad se presenta muchísimo más compleja que la sola elaboración de una condena.
Lo primero es lo primero, y digamos ya que es imperante, es un deber condenar y aborrecer el atentado que costara la vida a 12 personas, y con sus vidas recién tomadas, el respeto es lo primero. Sin embargo también hay un deber que es entender qué pasó, quizás la mejor manera de evitar que vuelva a ocurrir.
Charlie Hebdo es una publicación crítica, si es necesario poner una etiqueta, digamos que de izquierda, anticlerical, quizás contrasistémica. Utiliza con frecuencia el humor irónico para exponer realidades que critica sin piedad, especialmente políticas y religiosas. El humor ridiculizante suele parecernos divertido, excepto cuando nos toca. La verdad es que siempre que una crítica nos salpica cualquier persona o publicación nos deja de parecer simpática, es nuestra condición humana.
Las caricaturas hirientes hacia políticos y religiones son una constante en Charlie Hebdo, y más allá de las adhesiones que genere éste atentado, lo cierto es que muchas personas podrían no estar de acuerdo ni con su posición política, ni religiosa, ni con la forma en que elabora la crítica a través de la ridiculización, y es aquí donde realmente ponemos a prueba nuestra filiación democrática. La libertad de expresión nos prueba allí donde aceptamos las ideas que molestan, pican, irritan. El humor irónico y ridiculizante expone como ninguno nuestras convicciones; allí reside la importancia de Charlie Hebdo y publicaciones similares pues es en el espacio de la creatividad el que mayor conmueve nuestras ideas y posiciones, al contrastarlas con situaciones que nosotros no estamos en condiciones de imaginar pues si hay algo que cuesta es ridiculizarnos a nosotros mismos, vulnerar nuestros propios sentimientos y adhesiones. Alguien debe hacerlo para que a partir de allí repensemos nuestras ideas, aunque duela, nos ayuda. Charlie Hebdo cumple una función social vital en cualquier sociedad.
Los criticados solemos responder con furia a la crítica, y la sociedad argentina lo sabe, solemos ser bastante intolerantes con que quienes nos llevan la contraria, con quienes piensan y sienten distinto. Ahora, cuando el intolerante es además un fanático radicalizado, las consecuencias pueden ser lastimosas en extremo.
Mientras escribo, aun no está claro la pertenencia de los asesinos a un determinado grupo, aunque Estado Islámico se haya pronunciado al respecto calificando a los perpetradores como “héroes”, su accionar parece vinculado mucho más a la red Al Qaeda. Estamos hablando de yihadismo, es decir, el terrorismo violento que radicaliza el islam hacia una guerra sagrada contra todo lo que se considere fuera de su fanatismo. Recordemos que no solo se ataca a Occidente, los propios islamistas moderados suelen ser blancos de sus críticas y atentados.
La red Al Qaeda es rizomática, para utilizar la idea de Deleuze, hay comunicación, hay soporte, pero cada grupo actúa con independencia y sin la necesidad de una aprobación jerárquica vertical.
Al parecer los responsables del atentado, los hermanos Kouachi pudieron ser entrenado en Irak y Yemen por Al Qaeda. Al provocar la muerte de los integrantes de Charlie Hebdo, esgrimieron la justificación de haber lavado el honor del Profeta, ya que consideraban que la publicación había ofendido a Mahoma
Es inevitable relacionar el hechos con la fatwa (resolución) dictaminada desde Irán por el Ayatola Ruhollah Jomeiní, condenando a muerte al escritor indio-británico Salman Rushdie, luego de la publicación de su libro “los Versos Satánicos”.
El viernes 9 se desató en nuestro país una discusión a raíz de una publicación de la decana de la Facultad de Periodismo de La Plata, quien manifestaba que el atentado era injustificable pero debía contextualizarse, provocando una catarata de críticas y agravios, en los que se volcaban mucho más argumentos contra su persona y su filiación política que contra su idea. Aprovechemos tal discusión, porque puede mirarse el hecho desde otro lugar.
Está mal que contextualicemos el atentado? Que significa la expresión contextualizar? Sin dudas que poner en contexto es situar al hecho en relación con todas sus posibles causas y consecuencias. La idea de poner en contexto el hecho es imposible de criticar, ya que entender lo sucedido es clave. Solo podemos entender la crítica como la idea de no estar de acuerdo con que un contexto pueda justificar el atentado. Lo cierto es que así como la crítica a contextualizar el hecho es absurda, la decana Florencia Saintout debe también aceptar que en la formulación de expresiones políticas la proposición “pero” suele utilizarse entre dos términos para que el segundo funcione como justificación del primero, veamos algunos ejemplos: “tal político roba, pero algo hace”, o hablando de Pinochet se podría pensar “fue un dictador asesino, pero desarrolló la economía chilena”. También puede pensarse al “pero” como introducción de una excepción, por ejemplo, “yo no estoy a favor de la pena de muerte pero en algunos países da resultado”. Por tanto cae de maduro que la expresión de Saintout “Los crímenes jamás tienen justificaciones pero si tienen contextos”, de no ser aclarada, puede tener distintas interpretaciones, algunas peyorativas.
Lo que debe quedar claro que el problema no es contextualizar, sino cuál es el contexto analizado y que implica ese contexto. Ahora, ya sabemos que analizar el tema es imperioso, la cuestión es si hay un contexto que justifique el ataque a Charlie Hebdo, porque esa es la cuestión.
Las críticas y las ridiculizaciones religiosas de Charly Hebdo son merecedoras del ataque por haber “jugado con fuego”? Debieron los dibujantes y periodistas no tratar temas sensibles al sentimiento de religiones o partidarios políticos?
Un país, un centro comercial, una embajada, una mutual, un periódico, un escritor, una productora cinematográfica, una radio, pueden merecer un ataque terrorista? Porque no hay que hacerse los distraídos, no puede decirse que en algunos casos sí y otros no. Por ejemplo, no puede condenarse el ataque a Charlie Hebdo,  pero considerar que la política norteamericana en Oriente Medio justificó el ataque a las Torres Gemelas. Si el World Trade Center es considerado el símbolo del capitalismo conservador de derecho y Charlie Hebdo una publicación de izquierda, nuestra afiliación política nos lleva a justificar uno y condenar otro?
De ninguna manera, el terrorismo como fin o como medio consiste en una acción violenta que tiene por objeto provocar un daño que genere en las víctimas y la sociedad un miedo, un shock, un terror que la paralice, que la someta. Desde éste punto de vista no hay manera alguna de justificar algo que es intrínsecamente inmoral. Y si el terrorismo es encarnado por un Estado, es doblemente inmoral, puesto que se trata de la institución que además debe velar por la legalidad y seguridad de las personas, cosa que sirve para aclarar la incorrecta caracterización de la teoría de los dos demonios.
La libertad de expresión es compatible con la réplica, con el debate, el disenso, con la discusión, pero siempre en el marco del diálogo, nunca en el de la violencia terrorista.
Y tampoco un ataque terrorista puede justificar una respuesta terrorista. El ataque a las Torres Gemelas dio lugar al Acta Patriótica de Seguridad Nacional, la Guerra Preventiva, la Invasión a Afganistán, a Irak, a la Prisión de Guantánamo, por solo poner ejemplos. Ni el ataque del 11-S es justificado, ni las respuestas de EEUU fueron justificadas.
Cómo reaccionará Francia y Europa? Será éste ataque capitalizado por los xenófobos? Por la ultra derecha conservadora? Será excusa para violar libertades y garantías bajo el pretexto de la seguridad nacional? Fortalecerá una política inmigratoria excluyente? Esperemos que las respuestas sean inteligentes, porque si rechazamos el ataque con nuestras convicciones democráticas, la respuesta a dicho ataque no puede pisotear luego, los mismos principios democráticos que usamos previamente.
Resumiendo, la contextualización del ataque a Charlie Hebdo nos sirve para explicar y fundamentar por qué rechazamos dicho ataque a las personas, periodistas, y libertad de expresión realizado por el fundamentalismo radicalizado y violento de la yihad islámica. Claro, puede haber otras ideas, otras contextualizaciones, incluso, quienes justifiquen lo sucedido, y para oponernos a tal justificación tenemos la palabra, el diálogo siempre nos pondrá en la tarea de explicarnos y probar nuestras ideas, lo cual es tarea fundamental de toda persona y sociedad.