viernes, 18 de abril de 2014

A PROPÓSITO DE LA BELLEZA

Paolo Sorrentino soñó, escribió y produjo La Gran Belleza, un desborde de imágenes fantásticas, música, palabras justas, gracia, ridículo, fineza, grotesco, un desborde sensorial con poesía y fundamento filosófico.
Gep Gambardella es un escritor que ha alumbró una única obra, magnífica, y no produjo más, vivendo ahora como periodista y entrevistador. Es que Roma sedujo con su mundanidad al personje, que quiso ser el más mundano de los mundanos.
Así su vida transcurre de noche en noche, concurriendo a las fiestas organizadas por una burguesía decadente, grotesca, con exceso de alcohol, drogas, sexo, donde la música es el marco de un hedonismo sin límites. Gep nos cuenta que "no solo quería participar en las fiestas, quería tener el poder de hacerlas fracasar", marcando sobradamente que el exceso no se calma, que la insatisfacción es un monstruo sin fondo. La pérdida del sentido de la vida lo ha llevado a olvidarlo todo bajo el ruido y el frenesí.
Homenaje a Fellini, sin dudas, los personajes de La Dolce Vita reencarnan ahora parodias de sí mismo, vacíos y decadentes, perdidos en la noche y la ciudad. Ciudad que, a lo largo de la cinta, Gep recorre con paso cansino, trajeado a destiempo, con mueca agridulce y mirada perpleja. Quizás le cabe a Gep la estrofa de Serrat, quien del tío Alberto nos dice que "camina sobre el bien y el mal con la cadencia de su vals, mitad juicio mitad mueca burlona". Es que en éste momento de la vida, Gep es justamente sacudido por la más grande de las situaciones límites de Jaspers, la muerte. En la escena inicial, en la que se escucha un bellísimo coro, en la que lo sublime de la arquitectura se mezcla con un hombre en malla blanca y barriga prominente lavándose en el agua cristalina de la fuente gloriosa, un turista de oriental, de repente y como si nada, muere.
El círculo de Gep está compuesto por personajes fellineanos, un amigo inseguro y perdedor, un matrimonio delirante, una mujer que pretende ser progresista pero es expuesta por Gep en toda su hipocresía, un joven obsesionado por la muerte, una enana directora de editorial y todo un universo que hoy podríamos llamar freak. Lo grotesco expone por comparación, lo manejó extraordinariamente bien Fellini, y en nuestro País lo manejó sutilmente Leopoldo Marechal. Y no es casual que Marechal haya escrito también un filosófico libro como Ascenso y descenso del Alma por la Belleza, es que solo puede ser genial en el grotesco quien conoce como nadie la belleza. Como Fellini. Como Paolo Sorrentino.
Lo expuesto es el vacío, la nada y el absurdo, y ante ese portal nos sentimos desprotegidos, dirá el protagonista que "estamos todos bajo el umbral de la desesperación".
Tampoco ha tenido amor el, a esta altura  querible Gep, no sabe con cuantas mujeres a dormido, ha perdido la cuenta, las caras, las caricias, sin embargo en el recuento de su vida, su gran amor, recientemente fallecido, todavía lo afecta y lo arrastra a la nostalgia, y según Gep que la nostalgia es "la única distracción posible para quien no cree en el futuro". 
Ramona, la hija de un amigo que regentea un Bar de shows eróticos y prostitutas, acompañará a Gep en su paseo por la belleza hasta que la muerte también los separa. Ramona es bella y sensual, es una cuarentona que sigue siendo striper, pero su belleza se revela sensible, en oposición a lo vacío de la estética actual, religión de lo vacuo y superficial presentada en la escena del gurú del botox, o en las permanentes alusiones sexuales que pertinazmente profiere un personaje; no es casual que la canción que resuena sea la jovial "far l´amore" de Rafaella Carrá. Han pasado la noche, Ramona está desnuda en la cama y la respuesta de Ramona a Gep es reveladora: "No hemos hecho el amor..   _ No. Pero nos hemos querido". Gep nos dirá también que "a esta altura, una mujer bella no alcanza". 
La religiosa Sor María, parodia de la hermana Teresa, presenta también su grotesco, con mayor potencia, para exponer un contrapunto entre la religión viva y la formal, una religión vacía es presentada como delirante en la figura del Cardenal que se escapa de los asuntos espirituales para recitar recetas de comida, preocupado por el placer y biológico, y dislocado de toda realidad. Pero es la hermana, santa, quien alumbra el camino de Gep, y es quien lo llevará a advertir que todo "termina siempre así, con la muerte, pero antes estaba la vida"; el sentido de la vida está en la vida, oculto bajo ruido, el blablablá, tras los miedos y risas, la gran belleza reside en las pequeñas bellezas que no alcanzamos a percibir, obnubilados por lo mundano. La Santa dice " yo me casé con la pobreza, y la pobreza no se cuenta,  se vive" Quizás sea la clave, del sentido de la vida nadie lo puede contar ni explicar, a cada uno nos toca encontrarlo, viviendo, y es quizá la gran belleza de nuestra existencia.






MUÑECAS RUSAS

El 2013 fue un buen año para la diplomacia rusa que logró intervenir con éxito en la cuestión Siria y dejó mal parado a los EEUU. Para muchos éste envión de su política exterior llevó al Kremlin a reforzar su apuesta en Ucrania. Pero debe haber algo más en éste conflicto que interese a los rusos.
Ucrania es un país que se desmembró de la antigua URSS y es independiente, pero sus relaciones con Rusia son grandes, no solo porque geopolíticamente es su vecino poderoso, sino porque su población está compuesta por muchos rusófonos, familias histórica y culturalmente unidas a Moscú. El conflicto se inició en Crimea, la antigua Cimeria que fue provincia romana y luego escenario de la Guerra de Crimea que enfrentó a Rusos y Turcos apoyados por, cuando no, Inglaterra y Francia. Crimea tiene es una península que se interna en el Mar Negro y tiene acceso al Mar Mediterraneo a través de Estambul. Claro, la importancia estratégica es clave y por eso en sus costas ancla la armada rusa. Es que Crimea pertenece a Ucarnia pero es una provincia que tiene autonomía y la base rusa se encuentra bajo un contrato de arriendo internacional.
Es por esto que Moscú necesita mantener una política de influencia permanente sobre Ucrania y cuando el presidente pro-ruso debió dejar el poder e manos de sectores vinculados a la Unión Europea, se encendieron todas las alarmas del Kremlin, que no puede permitir que Ucrania tenga mayor “muñeca” internacional.
Apelando a la autonomía de Crimea y a la población rusa de Ucrania, que dicho sea de paso, Ucrania quiere decir “pequeña Rusia”, Moscú alentó a estos últimos a levantarse contra la nueva dirigencia aportando además la presencia intimidante de sus unidades militares a la zona. Las respuestas de EEUU y la Unión Europea no se hicieron esperar, el gobierno de Obama lanzó duras sanciones contra Rusia al tiempo que Alemania acusaba a los rusos de expansionistas que quieren anexionar territorios de Ucrania. Para muchos medios, la guerra parece invitable. Y es cierto, miliacianos pro rusos han tomado edificios del gobierno local, se han producido combates y la tensión no es poca, porque Rusia se juega su influencia en la región y Obama desea revertir el mal paso sirio.

Desea Rusia anexionar territorios de Ucrania? Si esta fuera la hipótesis, el conflicto podría implicar un enfrentamiento que en verdad no reportaría nada positivo para los rusos, por más que logre cambiar las fronteras. Entonces el objetivo es otro, es tratar de mantener su influencia en la zona, para esto debió mostrar los dientes y mandar señales claras a Ucrania: la potencia de la zona es Moscú y no hay acercamiento o política en Ucrania que no sea visada por Moscú. Esto debería llevar a una mesa de negociaciones en la que sobre el tapete se respete la integridad del territorio de Ucrania, mientras que su gobierno se obligue a respetar las autonomías de la población pro-rusa de su país, especialmente en Crimea. Por debajo de la mesa Ucrania deberá aceptar que aun siendo justo el manejo de la destitución de imprudente, claro, siempre dentro de la “real politik” a la que obliga una potencia en determinadas circunstancias; a los rusos también les queda claro que Ucrania puede acercarse a la Unión Europea y deberán atender a ésta nueva realidad. En diplomacia, los conflictos pueden esconder otros conflictos en su interior, así como hay muñecas que  pueden esconder otras muñecas dentro, más pequeñas, más protegidas y quizás por eso más preciosas, como las muñecas rusas.