domingo, 6 de marzo de 2016

JACK BAUER EN GUANTANAMO

Jack Bauer es el personaje central de la serie “24” emitida por la cadena FOX. Bauer es agente de una unidad de contrainteligencia que lucha contra el terrorismo que acecha EEUU, y para hacerlo todos los métodos son válidos, incluso la tortura y acciones violentas de todo tipo. Bauer es el “bueno”, el personaje con el cual la audiencia debe identificarse, aceptando las explicaciones y valores que guían su acción. SI Jack Bauer tortura, no puede estar mal porque es el protagonista
“bueno”, los objetivos de seguridad nacional justifican cualquier método. La serie, que es entretenida y tiene a un carismático Kiefer Sutherland en el rol de JB, tiene gran popularidad y cada uno de los fanáticos de éste “agente héroe” va consumiendo y aceptando un accionar estatal controvertido. Su emisión al aire se inició en diciembre de 2001, y coincide con los inicios de la instalación de una prisión en la base aérea de EEUU en la Bahía de Guantánamo, Cuba, luego de los atentados del 11-S en el mismo año.
Una base norteamericana en la Cuba de Fidel? Claro, a fines del siglo xix los cubanos se enfrentaron a España en una guerra independentista y EEUU intervino a favor de los primeros, pero especialmente en contra de los españoles. Finalizada la guerra entre España y Estados Unidos, que concluyó con la derrota hispana, Cuba obtuvo su independencia, y Puerto Rico, Filipinas y Guam pasaron a manos norteamericanas lo que significó un desastre para los españoles.
El final de las acciones militares en Cuba fue instrumentado en Tratados Internacionales y a fin de evitar una ocupación permanente norteamericana en la isla, se aceptó que EEUU tuviera derecho al arrendamiento perpetuo de una parte del territorio cubano, Guantánamo. A partir de 1903 se estableció una base militar norteamericana y a cambio de un pago anual fijado ahora en la suma ridícula de u$5.000 los norteamericanos permanecen en el lugar hasta que consideren que no le necesiten más, eso sí, reconociendo la soberanía cubana en dicho territorio. Durante la Guerra Fría éste enclave resulto un punto álgido de conflictos entre los bloques liderados por las dos potencias hegemónicas de esas décadas.
Cuando EEUU inicia todas las acciones militares punitivas contra Afganistán e Irak a partir del 2001, e incluso las acciones antiterroristas dentro de su propio territorio, se necesitó una prisión donde alojar prisioneros que serían tratados de acuerdo a lo que la lucha antiterrorista requería, es decir, la violación de derechos humanos. Estas prisiones no podía estar en lugares de fácil acceso al control y a la opinión pública, por eso se localizaron en lugares estratégicos como la Isla Diego García en el medio del Océano Índico, o en Guantánamo, donde todos los Jack Bauer tendrían vía libre para interrogar en busca de información. El valor de la supuesta información que sabían estos prisioneros justificaba cualquier método. La serie 24 proveyó una inyección de opinión pública favorable y condescendiente a estos métodos.
Una ley de George W Bush permitía encerrar prisioneros no norteamericanos en éstos centros de detención sin necesidad de juicio o siquiera de cargos o pruebas en su contra. Las torturas físicas y psíquicas se hicieron cotidianas contras prisioneros sobre los cuales recaían “sospechas”, dado que ninguno de ellos había sido sometido a jueces que resolvieran su estatus jurídico.
Con el paso de los años la situación de ésta prisión se fue conociendo, provocando duras declaraciones de organismos de defensa de DDHH como por ejemplo Amnistía Internacional, o el lapidario informe elaborado por el Comité Internacional de Cruz Roja. Incluso la Corte Suprema de EEUU ha condenado en varias ocasiones la situación de los detenidos. En 2015 un ex prisionero llamado Mohamedou Ould Slahi publicó un escalofriante libro, “Diario de Guantánamo” en donde relata las torturas, humillaciones y degradaciones a las que son sometidos.
En su campaña presidencial Barak Obama prometió cerrar ésta prisión pero solo pudo presentar un proyecto al final de su segundo mandato, cuando ya no tenía la necesidad de mantener una opinión pública que lo legitime en un cargo para el que no puede presentarse. Sabía que las críticas y controversias dividirían al país. Es por eso que cuando Obama argumenta que la prisión de Guantánamo es una ofensa a los valores norteamericanos la pregunta es evidente: Cuáles valores? Los valores de quiénes? Jack Bauer, gran parte del gobierno y la sociedad norteamericana están de acuerdo con ésta prisión, por tanto, a qué Norteamérica se refiere Obama? A la de Henri Kissinger y el Plan Cóndor de la década del 70? Por supuesto que Obama hacer referencia a otra Norteamérica, quizás a la de Thomas Jefferson, James Carter, Martin L King, Michael Sandel, Michael Moore o el insigne Noam Chomsky, profundos críticos de las políticas de la Secretaría de Estado, de la CIA,  defensores de los DDHH.
Amnistía Internacional ha criticado al plan de Obama dado que cierra el presidio de Guantánamo pero reubica a los prisioneros en otros presidios, por lo que la ilegal situación jurídica de estos sigue igual. No solo debe cerrarse esa oprobiosa prisión sino que también debe ponerse a estas personas a disposición de la justicia, para que se resuelva su situación de acuerdo a las garantías procesales mundialmente reconocidas.
Pero más aun, debería resolverse la situación de Guantánamo, Cuba, que desde hace años se rehúsa a percibir el canon irrisorio que pretenden pagar los ocupantes, rechaza el Tratado por haberse realizado por medio de la extorsión de la fuerza militar (se firmaba o no se desocupaba militarmente la isla) algo que está contemplado y prohibido por el derecho de los tratados internacionales, positivizado en la Convención de Viena, y aunque no se aplique retroactivamente (es posterior a la enmienda Platt sobre la que se basa la ocupación de Guantánamo) es claro que es una situación de soberanía violentada que debe resolverse.
Obama visitará Argentina, lo hará en una fecha tan delicada como el Día de la Memoria? Lo hará en nombre de Jack Bauer y Henri Kissinger o en nombre de Martin Luther King y Noam Chomsky. La realidad siempre es más confusa que un capítulo de la serie 24. Sin embargo, la permanencia de Guantánamo, sea su prisión o su ocupación, es una ofensa al orden internacional. Y debe cesar.