miércoles, 25 de mayo de 2011

MIS 500 DIAS CON ELLAS - NOTAS ACERCA DEL AMOR


Chico conoce chica. Tom Harden conoce a Summer. Hay algo más afín a la condición humana? Para ser un poquito posmodernos, hagamos un mosaico de nombres que involucre a las distintas elecciones que los géneros implican, es decir, Tom, Summer, Nicolás, Martín, Ernestina, Lorenzo, Clara, Lucía, se conocen. De repente se produce una chispa inexplicable que es la atracción, el deseo, y quizás eso que llamamos amor.


Arthur Schopenhauer lo considerará una fuerza vital, la voluntad de vivir que mueve al mundo. En esto de vender una teoría del sexo, Freud tuvo más éxito, aunque yo no le quitaría a Arthur méritos.

Tom se enamora de Summer y ve al amor, como una predestinación, como dos almas gemelas que se encuentran. Bien, algunas ideas ya nos había dado Platón en su libro “El Banquete”, que por cierto, te recomiendo.

Pero bueno, que la idea de encontrar a alguien que nos complete es más que intuitiva, no?, Digo, de verdad queremos unirnos, ser uno con el otro, y el sexo, por ejemplo, parece una buena idea. De acuerdo, los hijos, la prole también parecen representar esa idea de ser uno con el otro (pero ésta noche te toca vos la mamadera de las cuatro).

El amor así idealizado encuentra una relación simétrica de dos personas que se quieren por haber encontrado en el otro el destino, la mitad faltante.

Pero la realidad le muestra a Tom otra cara. Summer le anticipa que no quiere nada serio. Y, pobre incauto, acepta.

Lo cierto es que otra idea totalmente distinta a la media naranja es ésta, también fuertemente arraigada desde la experiencia, y no desde la intuición, la idea de que nunca jamás, la relación de amor entre dos personas es simétrica, por contrario, lo natural es que sea asimétrica, y como explicara Hegel, en el amor, se reproduce la relación de amo-esclavo (eso debió doler). Cómo? Pues claro, cada uno es un deseo del otro, pero lo cierto es que cuando uno no está dispuesto a renunciar a su deseo, a la muerte de su deseo, se transforma en esclavo de quién sí está dispuesto a renunciar a su deseo. Se entiende, mi temor a perderte, me pierde, me esclaviza. La otra persona, al estar dispuesta a renunciar a su deseo, es amo de la relación.

Durante 500 días Tom pasa por todas las situaciones que una pareja puede pasar, momentos tiernos, momentos divertidos, momentos simplemente cotidianos, peleas, reconciliaciones, planes y proyectos, conversaciones, silencios complicidades. Durante los 500 días magníficamente relatados por la cinta, Tom es esclavo de su deseo, Summer.

Sabiendo ésta situación, qué hacer? Porque si el amor es la guerra, mejor tener una estrategia, verdad? En la película “Hitch”, Will Smith es un “estratega” que instruye a sus clientes en la guerra del amor. Como un gurú de la seducción, Hitch fundamente su rabajo diciendo que ellos (los hombres) están perdidos, no sabiendo qué hacer, y que su trabajo consiste en darle la oportunidad a los buenos tipos de que sean conocidos y descubiertos. Sin dudas que parte de su estrategia consiste en lograr que el deseo de ellas sea esclavo del deseo de ellos, es decir, lograr que ellos puedan actuar como si pudieran renunciar fácilmente a su deseo, a fin de esclavizar el deseo de las “contrincantes”

Pero después de todo, si Mario Benedetti ha escrito una poesía sobre táctica y estrategia del amor, pues que decir, Mario Benedetti, si, el mismísimo Mario, dice: “mi táctica es hablarte y escucharte, construir con palabras un puente indestructible”. Por suerte como táctico, Benedetti es mucho más entretenido que Carlos Bilardo.

Pero Mario también tiene una estrategia: “mi estrategia es en cambio más profunda y más simple, mi estrategia es que un día cualquiera no sé cómo ni sé con qué pretexto por fin me necesites” Que me necesites ¡ es decir, que tu deseo no soporte la idea de perderme a mi como objeto de deseo! Astuto Mario, quizás bajo el disfraz de poetas se escondan los más feroces polemarcas del amor.

La película pone a Tom en el lugar de perder a Summer. Tom parece no resignarse, y declama que estaba equivocado, que el amor, es nada, y dispuesto a hacer un tango de su historia, por creer en el amor en un mundo de amores y relaciones líquidas.

Zygmunt Bauman nos advierte que en ésta posmodernidad que nos toca vivir las relaciones se han vuelto frágiles, desprendidas desechadas, efímeras, como si advirtiendo que no conviene ser esclavo de nadie, mejor no amor, o amar sin promesas, sin futuro, sin compromiso. Creo que hay que entender a Bauman correctamente, la crítica al amor líquido no debe implicar el volver a relaciones sólo formalmente estables, unidas por la costumbre, cementadas a fuerza de tradición y pecado.

Tom Hansem está de pie, viendo a Summer desde su lugar cómplice en la ciudad (una placita oculta adonde han pasado hermosos momentos) y entendiendo que se ha dejado llevar por la frustración de su deseo frustrado (dos veces frustrado, él y su deseo) recapacita, y le desea a Summer sinceramente que sea feliz. Que sea feliz con otro.

La película termina, y la angustia de Tom (y a esta altura, también la nuestra, los espectadores comprometidos e identificados con sus deseos) parece ser el final. Es el día 500, el verano ha terminado (ha terminado con “Summer”), y todo lo bueno de la vida parece esfumado. Tom asiste a una entrevista de trabajo y no ya el destino, pero sí las casualidades, lo ponen en la mirada de otra chica llamada Autumn. Y luego de quedar para un café, la chispa es evidente, y Tom vuelve su calendario a “Día 1”

La película comienza advirtiéndonos "this is not a love story, this is a story about love" es decir "esta no es una historia de amor, es una historia sobre el amor".

Y así es, mi táctica es advertir que el amor es compromiso, que el amor sigue siendo una buena idea, mi táctica es desechar la idea del amor esclavo, mi táctica es dejar que cada historia tenga su trama. En su propia película, Hitch dice que finalmente aprendió que no hay tácticas, y es verdad, solo debe haber respeto y libertad, disfrutar el momento único e irrepetible de la seducción, disfrutar de lo tierno y cotidiano de las relaciones largas, sufrir si corresponde, lo que corresponde y no más. No estoy de acuerdo con que “un clavo saca a otro clavo”. Nadie puede reemplazar a nadie, el deseo es astuto, sabe si le han cambiado la foto. Por lo que, venga, si no hay destino, al menos sí hay miles de casualidades que nos pueden llevar a otra persona, pero para ello, hay que estar dispuesto.

La estrategia es que no me necesites (perdón Mario pero no comparto tu estrategia), saber que en la esquina de la casualidad, alguien, seguro, te espera.

No importa si serán 500 días, 1000, u 8 días, lo que importa es que pase lo pase nunca renuncies a que hoy, puede ser un Día 1.

No hay comentarios: